jueves, enero 04, 2007

Humo.


El octavo cigarrillo de la noche.
La octava pesadilla. La octava espera.

La octava ingratitud.

La ultima decision.

Definitavemtne penoso. Ocho oportunidades mas para morir.

Estado circunstancial.



Y me dio frio. Era pleno verano y el frio me embargo. Era como tener un hielo en pecho. Un frio intocable. Solo podia sentirlo.
Decidi entonces hacer vigilia (jamas antes lo habia hecho) para mantener esa sensacion y asi poder sentir con mas aprecio aquellas sensaciones de calor ke diariamente me consumian.
Conocer el hielo, en medio de tanto calor, es una sensacion infinitamente sobresaliente, relevante, si haz conocido la quemadura de las grandes emociones en el cuerpo. Apreciar el hielo en el pecho, en medio de la abrumadora imagen del sol, suele ser completamente extraño, pero tremendamente sabroso.
Y han pasado horas de disfrute, mientras mi cuerpo pedia a gritos un solo de hielo en el alma, lejos aparecia el sol, nuevamente, muy lento, extrañamente lejos.

Mañana les contare como me fue con el hielo. No se cuanto tarde en salir el sol. Mientras espero complacida el calor del sol, otros se amargan su propia vida, esperando ke solo hayan nubes en la mia. Soy aun mas feliz por eso.