lunes, septiembre 29, 2008

Desde mi bodega ...


Aprendi a guardarme, a esperar el mejor momento para probar de la cosecha de tiempos dificiles.
Asi es que, como se guarda la mas fina cepa del mejor de los vinos, guardo mi corazon en una bodega, aislada de todo tipo de contaminacion, esperando el mejor momento para sacarlo a la luz y servirlo en la mesa, de quien tenga el paladar lo suficientemente fino, como para disfrutarlo.

Como busco servir solo para dar alegrias y buenos momentos, es que me doy el tiempo para esperar. No guardo pena, ni rencores, ni resentimientos. Menos aun miedos, lagrimas ni tormentos, eso alteraria mi sabor. Si llevo a la oscuridad de mi bodega, miles de besos, abrazos, caricias y momentos extremadamente deliciosos. Cuando maduren al fin, llenare de sabores esquisitos, los labios de quien espera tranquilo, el momento adecuado para dar el primer sorbo.


Me guardo por un buen tiempo, con las ansias que alberga la oruga al entrar en su saco de seda. Llegara el momento al fin, lo se muy bien, para abrir las alas y volar, cual mariposa que estrena el mas vivo de los colores.

Hasta entonces, disfruto del proceso de maduracion.



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