miércoles, junio 28, 2006

Suerte.




El rechinar de la puerta en mal estado. El goteo de la llave del baño. El gorgoteo de una vieja tetera sobre el brasero. El chirreo de una vieja radio mal sintonizada,

El pelo y la barba cana. Las manos sucias y curtidas. Un doblado diario sobre la mesa de tabla y un arrugado cartón de la lotería en la mano derecha.

- ¡Dios mío! ¡Soy rico! – Anuncio mirando repetidamente los números en el cartón.

Miro a todos lados. No había a quien abrazar.

- ¿Y a mí de que me sirve?

Y el cartón se quemó entre las brasas del carbón, mientras volvía a la calle con su carretón.





Para Santiago en 100 palabras. Espero al menos recibir una mencion horrorosa.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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