martes, julio 04, 2006

Mil rezos


La gotera. ¡Como molesta esa gotera!. El silbido del viento. Parece un huracan entre las latas de mi techo. Se corren hasta las piedras con el viento y el calor del brasero no cubre el frio que corre por cada espacio de la muralla. Hace frio. Lo peor es que, da pena. Mis hijos con tos, la cama humeda y por debajo aun mas humedo. El no vuelve aun de la pega. trabaja tanto y no alcanza para nada. Ayer fui donde el curita, quise llorar mi pena con alguien. Me dijo que rezara dos padre nuestro, dos ave maria y mis pecados estarian pagados, que si rogaba a Dios, el me daria la ayuda que necesito ¡ como si la miseria en la que vivo no fuera una penitencia suficiente!. Hace dos meses que rezo y nada. Hace tiempo incluso me arrodillo frente a otros implorando ayuda. Dios no se apiada de los miserables y Dios parece no escuchar nuestros rezos.
Hoy sigo rezando, junto al feretro que lleva a mi hijo hasta el cementerio. Hoy sigo rezando, para que el mas pequeño salga del hospital y con mi marido podamos pagar el dinero del entierro. Hoy sigo rezando, por inersia, pues es lo unico que por ahora se hacer.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tantas veces hemos visto que la lluvia que a nosotros nos refresca, es para otros un calvario o un via crucis insalvable en donde la cuesta es siempre arriba y en la cuspide no hay ninguna especie de premio, sino solo la vista de un terreno baldio e infertil por el cual se avanzo llegando hacia la nada.

esperemos que el camino que aún no recorremos no este lleno de baches, pues ni tu ni yo tenemos por costumbre orar.

Te Amo.

P.